´Clarín´ anuncia la muerte de Maradona
Registro: 16/09/2011
Editado 1 veces - Última vez el 25 de noviembre a las 17:26
Y un día ocurrió. Un día lo inevitable sucedió. Es un cachetazo emocional y nacional. Un golpe que retumba en todas las latitudes. Un impacto mundial. Una noticia que marca una bisagra en la historia. La sentencia que varias veces se escribió pero había sido gambeteada por el destino ahora es parte de la triste realidad: murió Diego Armando Maradona.
Villa Fiorito fue el punto de partida. Y desde allí, desde ese rincón postergado de la zona sur del Conurbano bonaerense se explican muchos de los condimentos que tuvo el combo con el que convivió Maradona. Una vida televisada desde aquel primer mensaje a cámara en un potrero en el que un nene decía soñar con jugar en la Selección. Un salto al vacío sin paracaídas. Una montaña rusa constante con subidas empinadas y caídas abruptas.
Nadie le dio a Diego las reglas del juego. Nadie le dio a su entorno (un concepto tan naturalizado como abstracto y cambiante a la lo largo de su vida) el manual de instrucciones. Nadie tuvo el joystick para poder manejar los destinos de un hombre que con los mismos pies que pisaba el barro alcanzó a tocar el cielo.
Quizá su mayor coherencia haya sido la de ser auténtico en sus contradicciones. La de no dejar de ser Maradona ni cuando ni siquiera él podía aguantarse. La de abrir su vida de par en par y en esa caja de sorpresas ir desnudando gran parte de la idiosincrasia argentina. Maradona es los dos espejos: aquel en el que resulta placentero mirarnos y el otro, el que nos avergüenza.
A diferencia del común de los mortales, Diego nunca pudo ocultar ninguno de los espejos.
Es el Cebollita que solo tenía un pantalón de corderoy y es el hombre de las camisas brillantes y la colección de relojes lujosos. Es el que le hace cuatro goles a un arquero que intenta desafiarlo y al mismo tiempo el entrenador que intenta chicanear a los alemanes y termina humillado. Es el que se va bañado de gloria del estadio Azteca y el que sale de la mano de una enfermera en Estados Unidos. Es el que arenga, el que agita, el que levanta, el que motiva. El que tomaba un avión desde cualquier punto del mundo para venir a jugar con la camiseta de la Selección. El del mechón rubio y el que estaciona el camión Scania en un country. Es el gordo que pasa el tiempo jugando al golf en Cuba y el flaco de La Noche del Diez. El que vuelve de la muerte en Punta del Este. Es el novio de Claudia y es también el hombre acusado de violencia de género. Es el adicto en constante lucha. El que canta un tango y baila cumbia. El que se planta ante la FIFA o le dice al Papa que venda el oro del Vaticano. El que fue reconociendo hijos como quien trata de emparchar agujeros de su vida. Un icono del neoliberalismo noventoso y el que se subió a un tren para ponerse cara a cara contra Bush y ser bandera del progresismo latinoamericano. Es cada tatuaje que tiene en su piel, el Che, Dalma, Gianinna, Fidel, Benja… Es el hombre que abraza a la Copa del Mundo, el que putea cuando los italianos insultan nuestro himno y el que le saca una sonrisa a los héroes de Malvinas con un partido digno de una ficción, una pieza de literatura, una obra de arte.
Porque si hubiera que elegir un solo partido sería ese. Porque no existió ni existirá un tramo de la vida más maradoneano que esos cuatro minutos que transcurrieron entre los dos goles que hizo el 22 de junio de 1986 contra los ingleses. El mejor resumen de su vida, de su estilo, de lo que fue capaz de crear. Pintó su obra cumbre en el mejor marco posible. Le dijo al mundo quién es Diego Armando Maradona. El tramposo y el mágico, el que es capaz de engañar a todos y sacar una mano pícara y el que enseguida se supera con la partitura de todos los tiempos.
Barrilete cósmico. Y la pelota no se mancha. Y las piernas cortadas. Y que la sigan chupando. Y la tortuga que se escapa. Y el jarrón en el departamento de Caballito, el rifle de aire comprimido contra la prensa, la Ferrari negra que descartó porque no tenía estéreo, la mafia napolitana y toda una ciudad que elige vivir en pausa, rendida a su Dios. Es el de las canciones, el los documentales a carne viva y las biografías siempre desactualizadas. El que levanta el teléfono y llama cuando menos lo esperás y más lo necesitás. El que jugó partidos a beneficio sin que nadie se enterara. El que pasa del amor al odio con Cyterszpiler, con Coppola o con Morla. El que siempre vuelve a sus orígenes y le presta más atención a los que menos tienen.
Es el abuelo baboso y el papá inabordable.
Es antes que todo y por sobre todas las cosas el hijo de Doña Tota y de Don Diego.
Y Maradona es en presente pese a que de los que mueren haya que escribir en pasado. Es el que en Dubai se codeaba con jeques y contratos millonarios y el que en Culiacán y con 40 grados a la sombra pedía un guiso a domicilio. El que internaron en un neuropsiquiátrico. El que pudo dejar la cocaína. El que hizo jueguitos en Harvard. Es el que como entrenador de Gimnasia vivió un postergado homenaje del fútbol argentino. Aquel que había dirigido a Racing y a Mandiyú no era este último Diego de las rodillas chuecas, las palabras estiradas y las emociones brotando sin filtro.
Es también Maradona el hombre que se fue apagando. Se resquebrajó su cuerpo y empezó a sacar a la luz tantos años de castigo físico, de desbordes, de excesos, de patadas, de infiltraciones, de viajes, de adicciones, de subibajas con su peso, de andar por los extremos sin red de contención.
Y el alma se fue apagando al compás del cuerpo. En el último tiempo ya no quería ser Maradona y ya no podía ser un hombre normal. Ya nada lo motivaba. Ya no servía el paliativo de los antidepresivos ni las pastillas para dormir. Y la combinación con alcohol aceleraba la cinta. Cada vez menos cosas encendían su motor: ni el dinero, ni la fama, ni el trabajo, ni los amigos, ni la familia, ni las mujeres, ni el fútbol. Perdió su propio joystick. Y perdió el juego.
Lo llora Fiorito, escenografía inicial de esta historia de película y pieza fundacional para comprender al personaje. Lo lloran los Cebollitas donde se animó a soñar en grande. Lo llora Argentinos Juniors donde no solo es nombre del estadio sino el mejor ejemplar de un molde que genera orgullo. Lo llora Boca y toda la pasión que unió a un vínculo que fue mutando pero conservó el amor genuino. Lo llora Nápoles, su altar maravilloso en el que con una pelota cambió la vida de una ciudad para siempre. Lo lloran también Sevilla, Barcelona y Newell’s, que infla el pecho por haberlo cobijado. Lo llora la Selección porque nadie defendió los colores celeste y blanco como él.
Lo llora el país entero y el mundo.
Entre tantas cosas que hizo en su vida, Maradona hizo una particularmente exótica: se entrevistó a sí mismo. El Diego de saco le preguntó al de remera de qué se arrepentía. “De no haber disfrutado del crecimiento de las nenas, de haber faltado a fiestas de las nenas… Me arrepiento de haber hecho sufrir a mi vieja, mi viejo, mis hermanos, a los que me quieren. No haber podido dar el 100 por ciento en el fútbol porque yo con la cocaína daba ventajas. Yo no saqué ventaja, yo di ventaja”, se contestó en una sesión de terapia con 40 puntos de rating.
En ese mismo montaje realizado en 2005 en su programa “La noche del Diez”, el Diego de traje le propuso al de remera que deje unas palabras para cuando a Diego le llegue el día de su muerte. “Uhh, ¿qué le diría?”, piensa. Y define: “Gracias por haber jugado al fútbol, gracias por haber jugado al fútbol, porque es el deporte que me dio más alegría, más libertad, es como tocar el cielo con las manos. Gracias a la pelota. Sí, pondría una lápida que diga: gracias a la pelota”.
Alicia: ¿Cuánto tiempo es para siempre?
Conejo blanco: A veces, sólo un segundo.
Our Lady of Blessed Acceleration, dont fail me now.
I´m just a soul whose intentions are good
Oh Lord, please dont let me be misunderstood.

Respuestas al tema
Mostrando (1 - 25) de 122 respuestas
el 25 de noviembre a las 17:28
Alicia: ¿Cuánto tiempo es para siempre?
Conejo blanco: A veces, sólo un segundo.
Our Lady of Blessed Acceleration, dont fail me now.
I´m just a soul whose intentions are good
Oh Lord, please dont let me be misunderstood.
el 25 de noviembre a las 17:32
Pero Maradona ha sido el mejor de su época, sin duda alguna. Su fútbol lo dominó cómo nadie.
"Un caballero no abandona nunca a una señora". El caballero, Alessandro del Piero, tras bajar a la Serie B.
Yo vi jugar a Gianluigi Buffon.
Someone people call me teacher.
el 25 de noviembre a las 17:36

Yo vi jugar a Iribar
"A iago unos cuantos lo tenéis cruzado y no me extrañaría nada que fuese porque vive en Castro." Pairo
"Kepa es mejor que Ter Stegen." Karioko
"Iraola era un buen lateral, sin más" Beistegi
INDEPENDENTZIA!
el 25 de noviembre a las 17:36
el 25 de noviembre a las 17:36
Cita de Zulubragas:
Así lo anuncian en diversos medios, por un fallo cardíaco.![]()
Últimamente daba auténtica pena verlo, DEP.
el 25 de noviembre a las 17:36
I dont talk to fascist
el 25 de noviembre a las 17:36
Lo siento sobre todo por su familia y amigos. DEP
¡AUPA ATHLETIC! ¡BETI PRIMERAN!
el 25 de noviembre a las 17:36
el 25 de noviembre a las 17:39
Cita de ath67:
El mejor futbolista que han visto mis ojos,un auténtico canchero DEP.
+1
Tocado por los dioses, absolutamente genial.
Bautizado con vino blanco
el 25 de noviembre a las 17:40
Cita de Javert:
La última vez que nos cruzamos con el Diego...
Vaya dos caricias se llevó en ese partido de Urrutia y Lakabeg.
DEP
el 25 de noviembre a las 17:41
Gimme Hope, Martxelino
el 25 de noviembre a las 17:41
Descanse en paz.
En cualquier club harás historia, pero si te quedas en el Athletic serás leyenda.
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Competimos así porque queremos.
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Grande Jose Iragorri
el 25 de noviembre a las 17:45
Que en paz descanse.
Athletic! Athletic! Zu zara nagusia!!!!
A ver si sacamos de una vez la gabarra...
el 25 de noviembre a las 17:46
el 25 de noviembre a las 17:47
Cita de Misericordia:
Si hubiese sido contemporáneo de Messi, con las técnicas y la preparación de ahora, estoy seguro que habría sido muy superior.
Descanse en paz.
Y con lo que se cuida al futbolista en estos tiempos, porque anda que Maradona recibió hostias. Con las normas actuales no habría habido partido que sus rivales hubiesen acabado con 11
el 25 de noviembre a las 17:47
Gimme Hope, Martxelino
el 25 de noviembre a las 17:49
Cita de Amontero:
Espero que la gente lo alabe por lo que fue como jugador, porque como persona deja mucho que desear.
Nadie de por aquí le ha conocido demasiado personalmente como para dictar sentencia alguna.
Y errores cometemos todos.
Sus compañeros de equipo solían hablar muy bien de su capitán.
Gimme Hope, Martxelino
el 25 de noviembre a las 17:49
Cita de Blackie:Cita de Misericordia:
Si hubiese sido contemporáneo de Messi, con las técnicas y la preparación de ahora, estoy seguro que habría sido muy superior.
Descanse en paz.
Y con lo que se cuida al futbolista en estos tiempos, porque anda que Maradona recibió hostias. Con las normas actuales no habría habido partido que sus rivales hubiesen acabado con 11
Exacto
En cualquier club harás historia, pero si te quedas en el Athletic serás leyenda.
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Competimos así porque queremos.
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Grande Jose Iragorri
el 25 de noviembre a las 17:51
Editada el 25 de noviembre a las 18:03
Me llamo Íñigo Martínez
tú quemaste mi camiseta
Prepárate a perder.
Asiduos a las Finales.
el 25 de noviembre a las 17:51
Editada el 25 de noviembre a las 17:53
Cita de Blackie:Cita de Misericordia:
Si hubiese sido contemporáneo de Messi, con las técnicas y la preparación de ahora, estoy seguro que habría sido muy superior.
Descanse en paz.
Y con lo que se cuida al futbolista en estos tiempos, porque anda que Maradona recibió hostias. Con las normas actuales no habría habido partido que sus rivales hubiesen acabado con 11
Pero ahora los centrales son atletas, antes eran más trotones.
Imposible comparar épocas diferentes.
El mejor de su época. Eso sí me gusta, un jugador que marcó una época, la suya.
E inevitable para mí recordar mucho de su carrera futbolística, desde sus enfrentamientos con nosotros, la gloria con Argentina o Napoles...
DEP
Aquellos que nunca se retractan de sus opiniones se aman más a ellos mismos que a la verdad.
el 25 de noviembre a las 17:53
Un día algún científico nos explicará qué gen tienen los argentinos para que M y M hayan salido tan buenos.
el 25 de noviembre a las 17:53
Cita de Amontero:
Espero que la gente lo alabe por lo que fue como jugador, porque como persona deja mucho que desear.
Diego Armando Maradona, con todas las letras, el hombre y el ídolo.
Me llamo Íñigo Martínez
tú quemaste mi camiseta
Prepárate a perder.
Asiduos a las Finales.
el 25 de noviembre a las 17:54
Descanse en paz.
el 25 de noviembre a las 17:55
Parakak eta trollak kanpora!!!
EHBildu va a perder votos en cascada (Pairo 15/06/2020)
Los que queréis cambiar la filosofia haceos de otro equipo y dejadnos en paz
el 25 de noviembre a las 17:57
Llora la tierra de acogida de mí familia, Argentina
Pero D10s nunca se va
Descansa en Paz Diego Armando Maradona
Mi hermana medico de Osakidetza insultada por los batasunis durante años
Hoy su marido ertzaina
Su hijo mayor también
El segundo policía municipal en Bilbao
Y luego tiene 2 hijos más estudiando
Ahora esos que la escupieron...