El dramón del Sevilla

Sobrepasado ampliamente en su límite salarial, el Sevilla se plantea no inscribir a nadie antes de su debut liguero de este próximo domingo contra el Athletic en San Mamés, lo que le dejaría con apenas 12 jugadores de la primera plantilla. Matías Almeyda ha tenido algo de suerte en este sentido y el destino le ha guardado alguien sano o dado de alta en casi todas las posiciones.
Nyland; Carmona, Marcao, Kike Salas, Pedrosa; Gudelj, Agoumé, Sow; Lukebakio, Peque e Isaac. En el banquillo de Bilbao esperarían Juanlu y un montón de futbolistas del filial. Se da la circunstancia, además, de que Marcao y Pedrosa siguen llevando la etiqueta de ‘completamente transferibles’.

Ése es el dramático panorama que se le presenta al Sevilla si no hay novedades de ventas estos días y siempre, además, que no se produzca ninguna lesión más en un equipo que no puede contar con Ejuke, Idumbo, Vargas (que además no tiene dorsal), Nianzou, Ramón Martínez ni Badé por distintas dolencias.
El club de Nervión inscribió hace unos días a Juanlu con la perspectiva de una venta inminente al Nápoles que todavía no se ha producido. Si acaba traspasando antes del sábado al canterano o a Loic Badé, por el que se negocia con el Bayer Leverkusen, sí que podría dar de alta profesional a muchos de los jugadores que ahora están sin ella.
Esto último incluye curiosamente a Rubén Vargas y Akor Adams, a los que LaLiga desfichó el 30 de junio después de que llegaran en el pasado mercado invernal. La culpa, de la falta de dinero y de que no se haya ampliado el límite salarial con ninguna venta antes de esa fecha.
Suazo, Alfon y el guardameta griego Vlachodimos (aún por oficializarse), las tres incorporaciones veraniegas, se encuentran de momento igualmente fuera. Renovó (automáticamente, dos años), el portero Álvaro Fernández, pero no tiene ficha y de hecho se negocia su cesión o traspaso definitivo.

Fuente: AS