Williams da al Athletic la victoria que pedía Valverde
Un buen cuadro rojiblanco supera con claridad al Villarreal (1-0) y vuelve a la racha de triunfos

domingo, 30 de octubre de 2022 | Athletic Club
Juanma Mallo (BILBAO) | aupaAthletic.com
"Ahora mismo nos hace falta una victoria", proclamó Ernesto Valverde en la previa del encuentro contra el Villarreal. Y el Athletic obedeció. Sumó un triunfo que le coloca quinto a la espera del Real-Betis de las nueve y, sobre todo, ofreció una muy buena imagen contra el un rival directo, después de la debacle del Camp Nou. No tuvo nada que ver este equipo que mandó sobre el campo en gran parte del encuentro -el inicio fue visitante- con el que sufrió un bochorno en Barcelona. Mutó, con Williams como goleador, un Raúl García luchador, una buena aportación de Sancet en la segunda mitad, Vesga muy seguro como ancla, y la seguridad de los centrales y el portero. Un triunfo que rompe una sequía de cuatro semanas y que vuelve a ilusionar el mundo rojiblanco.
Con la gran novedad de Raúl García en la media punta -el regreso a la titularidad de Sancet entraba dentro de los planes-, el Athletic comenzó con una presión alta para evitar que el Villarreal se sintiera cómodo. Pero el plan de Valverde no surtió efecto de inicio. El cuadro de Setién, sobre todo con Morales por la banda izquierda, se sentía cómodo y se acercaba con bastante frecuencia a la portería de Unai Simón. Ese arreón inicial de los bilbaínos duró 10 minutos, poco más. Sancet, eso sí, en el minuto 13 se sacó un disparo que no encontró destino. Un dato, en el minuto 16, la posesión era amarilla, tenía un 73%. Mandaba el cuadro visitante, no había duda, y el Athletic veía cómo el balón no era suyo.
Eso sí, tampoco es que Simón se tuviera que esforzar en demasía porque a los de Setién les faltaba el último pase, la chispa final... Y en el minuto 25, se lesionó Lo Celso, uno de los más destacados hasta ese momento. En el Athletic, por su parte, el sustituido era De Marcos, con molestias físicas. Poco a poco, el Athletic se desperezó. Un córner, un buen pase de Iñigo hacia Berenguer, que estaba en fuera de juego. Una falta sobre el navarro poco después. ¿Qué había ocurrido? Que el Athletic había ajustado su presión, había metido una pizca más de intensidad para ahogar la salida de pelota de Rulli y compañía y se sentía cómodo. También aparecieron un poquito más los hermanos Williams -Nico cogió en una acción la pelota y nadie se la quitaba-, Vesga cogió la batuta. Pero no llegó el gol.
Nada más empezar la segunda parte, Pau Torres se confió demasiado, se la robó Raúl en el área... ¡Pero Rulli se hizo grande e impidió al navarro marcar! ¡Qué pena! Esa ocasión sirvió de descorche, por decirlo de alguna manera. El Athletic sumó varias ocasiones de manera consecutiva. Yuri con un disparo lejano, Sancet, Berenguer... El gol, sin embargo, no llegaba. Hasta que apareció Raúl García para hacer magia y darle una magistral asistencia a un Iñaki Williams que remató de fábula. ¡Qué bien finalizó!
El Athletic se marchaba por delante y quería insistir, buscar el segundo. Es cierto que Alberto Moreno hizo trabajar a Simón, pero era el cuadro de Valverde el que seguía insistiendo. Se marchó Raúl García, que antes pudo robar la cartera de nuevo a Pau Torres -vaya tarde del internacional-, por un Vencedor que tuvo en sus botas el segundo en el minuto 73, pero lanzó al muñeco.
Txingurri realizó los cambios, quitó a un ovacionado Williams, también a Berenguer, y el equipo bilbaíno siguió a lo suyo. A por los tres puntos. Y, por fin, después de dos empates y dos derrotas, se quedaron en casa. Con sabor a Europa.
