Unai Gómez remata a la UD Las Palmas en el último suspiro

El canterano marca de cabeza en el minuto 94 y da los tres puntos al Athletic

jueves, 21 de diciembre de 2023 | Athletic Club

Robert Basic (BILBAO) | aupaAthletic.com

 Unai Gómez ha aparecido de la nada para lanzarse en plancha, conectar un cabezazo y dar la victoria al Athletic en el último suspiro del partido contra la UD Las Palmas. Cuando todo el mundo daba por hecho el empate a cero, muy trabajado por los canarios, un contragolpe de los bilbaínos en el minuto 94 acabó por derribar el muro amarillo y por batir a un espectacular Álvaro Vallés, quien había desbaratado todas las ocasiones de los muchachos de Ernesto Valverde y hasta detuvo un penalti a Gorka Guruzeta. Pero no pudo hacer nada en el remate del bermeano, que puso a San Mamés de pie y permitió al equipo cerrar el año con 35 puntos, empatado con la zona Champions. Este Athletic juega mucho, insiste más y además le acompaña la suerte, ingredientes fundamentales para pensar a lo grande.

Y eso que se encontró con un rival muy bien puesto en el terreno de juego, organizado en torno a la pelota y con las vigilancias impecables, pelotero y solidario en el esfuerzo. Los rojiblancos salieron fieles a su filosofía de presionar alto y con mucha gente, pero los canarios no se ponían nerviosos. Los que andaban con sudores fríos eran sus aficionados, madres, padres y hermanos, que tenían el pulso disparado al ver con qué frialdad movían la bola en su área con los bilbaínos mordiendo cada pase. La UD Las Palmas juega habitualmente así, pero hacerlo en San Mamés y ante el equipo más agresivo de la Liga en el campo rival requería altas dosis de precisión y calma. No estaban cómodos los de Valverde, que alineó al mismo once que se comió al Atlético, y aún así encontraron una fisura por la que lanzar a Iñaki Williams. El mayor de los hermanos galopó por la banda derecha y se plantó solo ante Álvaro Vallés. Quiso picarla y se encontró con una gran respuesta del portero, que blocó su tiro.

A los rojiblancos les costaba descoser a los isleños, que de contar con una delantera más potente sería un equipo muy a tener en cuenta en la lucha por Europa. Ocupaban bien los espacios los de García Pimienta, quien ha construido un bloque trabajado y con las ideas claras. La UD Las Palmas ganaba metros asociándose con criterio en el campo rival y de repante Marvin salió disparado hacia la portería de Unai Simón. Paredes le derribó en el área y Martínez Munuera no dudó; penalti. El central protestó al igual que sus compañeros, y entonces el VAR llamó a consultas al árbitro. Arriba había una carga y abajo parecía que había un toque, pero el colegiado anuló la pena máxima. San Mamés aplaudió y minutos después vio cómo Araujo agarraba a Guruzeta en la zona de castigo. Otro penalti. Esta vez sí se lanzó, pero Álvaro Vallés leyó bien las intenciones del delantero donostiarra y paró su lanzamiento.

Acoso rojiblanco

El partido ganó en ritmo y velocidad, también en emoción, porque Yuri desperdició un pase de la muerte de Iñaki Williams. El internacional ghanés puso un caramelo en el área pequeña que el lateral mandó fuera. No se lo podía creer ni él ni los casi 40.000 aficionados que estaban en La Catedral. En cualquier caso, el Athletic no dominaba el centro del campo, donde Perrone hacía un buen trabajo, con Ander Herrera bastante discreto y Prados afanado en echar una mano en las tareas defensivas. Al descanso se llegó con el empate a cero y la sensación que de tenían que pasar cosas en la segunda parte.

No tardó Txingurri en mover el banquillo. A los diez minutos de la reanudación, el técnico retiró a Herrera y a Guruzeta y dio entrada a Berenguer y a Vesga. Poco después sentó a Sancet y activó a Unai Gómez, quien se encargó de revolucionar el partido. El de Bermeo derrochó despliegue físico, fuerza, llegada e invitó a los suyos a ir al abordaje. Y fueron. En el 66, Berenguer vio cómo Vallés paró su remate en la línea de gol e instantes más tarde, el Athletic desperdició una triple ocasión. El meta sevillano se multiplicaba ante el peligro, omnipresente. García Pimienta puso a Sandro, quien probó desde fuera a Simón con un potente diasparo. El alavés respondió con una gran intervención. Los bilbaínos llegaban en oledas, pero sin concetar. Prados tuvo que retirarse 'tocado' y cojeando. Raúl García y Jauregizar fueron las últimas balas quemadas por el técnico rojiblanco, quien estalló de alegría con el gol de Unai Gómez. La UD Las Palmas pedía falta previa sobre Sandro, pero no había nada que hacer. El Athletic ya tenía la cabellera amarilla.