El Athletic firma un despropósito

Los rojiblancos caen en un pésimo partido contra el Girona con dos goles en propia puerta y dejan escapar la oportunidad de colocarse sextos

domingo, 26 de febrero de 2023 | Athletic Club

Robert Basic | aupaAthletic.com

El Athletic se ha inmolado en un pésimo partido ante un Girona que ha agradecido sus gruesos errores defensivos y se ha llevado los tres puntos de un San Mamés que en más de una ocasión ha recurrido a silbidos y murmullos para expresar su malestar con el juego bilbaíno. Los rojiblancos han firmado un auténtico despropósito, con un sinfín de regalos y hasta dos goles en propia puerta de De Marcos y Vesga que dinamitaron el choque y lo pusieron en bandeja de plata a los catalanes. Ahora bien, los visitantes han tenido mucho más fútbol que los hombres de Valverde, han sabido competir mejor y han ganado con justicia. Un golpe duro que ha privado al equipo de acomodarse sexto y dormir en Europa. No había por dónde coger la actuación del conjunto vizcaíno, desdibujado y descosido en el día en el que le tocaba volar.


Con la baja de última hora de Nico Williams, pendiente de pruebas complementarias que determinen el alcance exacto de su lesión en la rodilla derecha, Valverde puso a Guruzeta en la punta de ataque y escoró a Iñaki Williams a la banda derecha. Era el único movimiento novedoso en un once en el que Paredes ocupó el sitio del sancionado Vivian y Vesga, Sancet y Muniain se acomodaron en el centro del campo. El Athletic iba con todo y a por todas ante el Girona, dejando aparcado el compromiso copero del miércoles ante Osasuna. «Tampoco estamos en la Liga como para descuidarnos», avisó en la previa Txingurri, consciente de que los tres puntos eran fundamentales en la carrera de la persecución europea. Perdonar a los catalanes no era una opción. Todas las cartas estaban encima de la mesa, puestas boca arriba, pero el encuentro se convirtió pronto en un despropósito rojiblanco.


El Girona tardó menos de cuatro minutos en batir a Simón. Una buena jugada por la derecha permitió al ucraniano Tsygankov asistir a Alex García, quien abrió el marcador con un remate desde dentro del área. Jarro de agua fría que lejos de espolear al Athletic lo empequeñeció. Los bilbaínos jugaban sin intensidad, inconexos, faltos de ideas y descosidos por sus graves errores defensivos. Aquello parecía el camarote de los hermanos Marx, donde todo estaba manga por hombro. Yeray midió mal un bote ante Castellanos, pero reaccionó a tiempo para evitar el 0-2. Este llegó poco después de que Riquelme perdonara en el segundo palo, cuando se equivocó de pierna y desperdició un gran centro de Arnau. Primero Vesga, muy desacertado, regaló un balón a Castellanos en el área. El remate del delantero lo desvió Simón a córner de manera milagrosa. Volvió a parar el alavés tras el saque de esquina un tiro de Bueno, pero ya nada pudo hacer con el autogol de De Marcos. San Mamés se frotaba los ojos.


Raúl García

Con dos goles de desventaja, el Athletic dio un paso adelante y empezó a empujar al Girona. No había casi nada concreto en los metros de la verdad –Muniain y Sancet aportaban poquísimo–, pero el equipo apretaba. Berenguer aportó algo de chispa por la izquierda. Sacó un libre directo peligroso. Lo ejecutó con potencia pero Gazzaniga lo despejó a córner. Entonces apareció Yuri para marcar un golazo desde fuera del área ante el que poco pudo hacer el meta visitante. Ajustado al palo izquierdo, el balón entró y dio vida a los bilbaínos. El partido cambió, los catalanes se amurallaron y los rojiblancos buscaban el empate. Casi lo consiguió Iñaki Williams, pero su gol quedó anulado por un fuera de juego milimétrico. Seguía sin haber mucho fútbol, aunque al menos la actitud era otra. Daba la sensación de que los de Valverde podían hacer mucho daño con poco, pero el que pegó otra vez era el Girona. Bueno, en realidad Vesga, quien marcó en propia puerta en la recta final de la primera parte. Despropósito.


Las desgracias nunca vienen solas y, tras la baja de Nico Williams, fue Simón el que se quedó en el vestuario después de la primera parte. Parecía que tenía problemas en el pie. Valverde metió a Agirrezabala y dejó en la caseta a Guruzeta para activar a Raúl García. Necesitaba sacudir al árbol si quería recoger sus frutos y cambiar el guion de un partido horrible. Pero el que pudo marcar otra vez era el Girona. La tuvo Riquelme (m.58), pero el meta guipuzcoano detuvo su remate y evitó el 1-4. Yeray, que había visto la amarilla que le impedirá jugar ante el Rayo, fue cambiado y Lekue se estrenó como central derecho. El Athletic apretaba y lo hacía sin criterio y con prisas, hasta tal punto que San Mamés silbó un par de veces a Muniain por sus malos centros.


Los rojiblancos tenían el balón y el control, pero no creaban peligro real. Jugaban mal, elegían peor y hasta tenían mala suerte. Como en el remate de Berenguer, cuando Iñaki Williams se cruzó por ahí y le pegó el balón. Valverde puso a Capa y a Morcillo por De Marcos y Sancet, desaparecido, pero los tres puntos volaron a Girona. Encima Morcillo también se lesionó y tuvo que retirarse nada más salir. Raúl García aprovechó un regalo de Gazzaniga (m.89) para dar algo de vida al equipo. En el descuento cabeceó un balón fuera, con San Mamés en erupción, pero no hubo milagro. El Girona ganó con merecimiento.