El Athletic despierta a tiempo de la pesadilla

Tras una primera hora para el olvido, los rojiblancos revitalizados por los cambios remontan al Sevilla con goles de Muniain y Sancet

sábado, 31 de octubre de 2020 | Athletic Club

Redacción (BILBAO) | aupaAthletic.com

Apostó Gaizka Garitano por dar entrada a Zarraga y Morcillo en detrimento de Muniain y Unai López. Un cambio de guion en busca de una mejora necesaria, pero que no llegó. Lo intentaron los cachorros, pero el Athletic de la primera parte volvió a ser esa versión de pesadilla. Inoperante, a merced del rival... la versión más habitual de este curso salvo contadas excepciones.

No tardó el Sevilla en adelantarse en el marcador. En Nesiry abrió la lata aprovechando otro error defensivo del Athletic. Uno más. La pesadilla iba tomando forma. El Sevilla mandaba y los de Garitano parecían un muñeco de trapo. Ausentes, como si la cosa no fuese con ellos. Un equipo desalmado sobre el césped. Sin un plan. No sabía como plantar cara a los de Lopetegui.

Sin embargo, en la segunda mitad Garitano arriesgó con los cambios. Quitó a los García, Raúl y Dani, y el Athletic despertó de su letargo. Las entradas de Villalibre, Vesga, Muniain y Unai López fueron clave. También la de Sancet en la rectafinal. El Athletic comenzó a ser ese equipo que tanto esperamos ver. Aprovechó el bajón físico del Sevilla y fue embotellando al conjunto hispalense en su área.

Un córner lanzado por Morci lo prolongó de cabeza Vesga y el esférico voló al segundo palo, donde Muniain sin ninguna oposición hizo el tanto del empate. Jugó el navarro por el centro cuando saltó a la cancha y se vio su mejor versión. Esa que tanto necesitan los leones. El tanto revitalizó a los rojiblancos que vieron que el triunfo era posible. Y tanto que lo fue. Williams puso un centro preciso al segundo palo y Sancet, que acababa de entrar al verde, superó a Bono con un remate ajustado al palo.

Un triunfo vital para un Athletic que coje aire. Qué respira tras lo que podía haberse convertido en una nueva derrota. En una pesadilla.