El Athletic completa una primera vuelta brillante

Los rojiblancos desmontan al Sevilla con dos goles de Vesga y Paredes y llegan al ecuador de la Liga con 38 puntos y en los puestos Champions

jueves, 04 de enero de 2024 | Athletic Club

Redacción (BILBAO) | aupaAthletic.com

No hay quien pare a este Athletic. Pisa tan fuerte que levanta cachos de tierra por donde pasa y aplasta a sus rivales, incapaces de responder a su fútbol ofensivo, valiente y avasallador, que ni siquiera necesita ser brillante para resultar efectivo. Los rojiblancos han desmontado este jueves a un lamentable Sevilla con otra demostración de autoridad, superioridad y acierto. Vesga y Paredes, quien estrenó su cuenta anotadora con el primer equipo, echaron unas paladas de cemento sobre una caricatura que empieza a oler mal. El caso es que los bilbaínos cerraron una primera vuelta histórica, con la friolera de 38 puntos. Para encontrar un registro mejor habría que irse 40 años atrás, hasta la campaña 1983-1984, año en el que los vizcaínos levantaron el título de Liga. Encadenan nueve encuentros sin perder -seis triunfos y tres empates- y llegan al ecuador del campeonato en los puestos de la Champions.

Al Athletic no le costó nada hacerse con el partido. Era como quitarle el juguete a un bebé, tan tierno que hasta daba pena verle desvalido e impotente ante un adulto. Se entiende que los adultos eran los rojiblancos y el bebé el Sevilla, una calamidad de equipo -por llamarlo de alguna manera suave- incapaz de proponer absolutamente nada en toda la primera parte. Defendía mal y atacaba peor, con Ocampos y Rafa Mir convertidos en dos islas perdidas en un inmenso océano de la nada. El Pizjuán no tardó en silbar, en gritar «directiva dimisión» y en pedir a los que estaban ahí abajo que echaran un poco de testiculina al asunto. Mientras tanto, los bilbaínos gobernaban el encuentro con una autoridad aplastante y vivían más tranquilos que un jubilado alemán en Mallorca.


Como era de esperar, Valverde puso a Berenguer por el ausente Iñaki Williams. Arrancó por la derecha y Nico seguía en la izquierda, aunque luego permutaron posiciones. El entrenador del Athletic dejó a Ander Herrera y a Prados en el banquillo y activó a su pareja de centrocampistas preferida, Vesga y Ruiz de Galarreta, quienes se bastaban y sobraban para imponer su ley en la medular. Los rojiblancos llegaban con facilidad, se metían por fuera y por dentro, con el pequeño de los hermanos Williams y Berenguer muy activos. Este último probó a Dmitrovic con un tiro flojo nada más comenzar el choque y repitió poco después con el mismo resultado. La conexión navarra fabricaría después una ocasión de oro que desperdició Nico. En vez de disparar, que era la opción más lógica, Berenguer quiso regalarle el gol a su compañero que llegaba en carrera, pero el extremo remató fuera con la izquierda. No se lo podían creer.

Sentencia Paredes

El Sevilla seguía con el encefalograma plano y sin el centro del campo. Encima perdió por lesión a Gudelj, quien tuvo que retirarse y dejar su sitio a Rakitic. De tanto ir el cántaro a la fuente acabó rompiéndose. Ruiz de Galarreta puso un gran centro en el corazón del área que Vesga, más solo que la una, cabeceó a la red. Era el tercer gol del vitoriano en lo que va de Liga, quien volvía a la titularidad tras superar su lesión de muslo. El resultado hacía justicia a lo que se veía en el campo, cuyo público estaba de uñas con los suyos. Al descanso se llegó con ocho remates del Athletic y ninguno de los andaluces.

Tras el paso por los vestuarios, los bilbaínos tardaron solo unos segundos en disponer de una triple ocasión. Una miseria defensiva de los locales hizo que el balón le llegara a Nico Williams, quien mandó la pelota al larguero. El rechace le llegó a Sancet, quien fusiló pero se estrelló contra Badé, y de nuevo el esférico fue para Nico, que lo envió fuera. El Pizjuán silbaba cada vez más fuerte porque lo que veía le hería la vista. El Sevilla reaccionó por fin y empezó a apretar a los bilbaínos. Sergio Ramos tuvo una buena falta directa que desvió con la cara Yuri y luego Suso remató fuera por poco. También lo intentó Salas, pero apareció la mejor versión de Unai Simón en forma de una estirada que evitó el empate. También detuvo luego el tiro de Rafa Mir, anulado por fuera de juego.

El Athletic estaba en problemas, con el centro del campo perdido, y Valverde metió a Herrera y a Prados. Quitó a Sancet y a Ruiz de Galarreta. Y justo cuando los locales soñaban con algo positivo apareció de la nada Paredes para marcar el segundo y sentenciar. El central llegó de maravilla a un buen centro de Ander Herrera y batió a Dmitrovic. Txingurri también puso a Raúl García, Unai Gómez y Adu Ares por Guruzeta, Vesga y Nico Williams, pero ya estaba todo el pescado vendido. Se lo llevaron los rojiblancos a casa en forma de un botín de 38 puntos y el sello de la Champions en la saca.