Análisis arbitral (jornada 3)
Antonio Rbinos Pérez vovió a demostrar qe no tiene serte cando e Athetic se crza en s camino

martes, 23 de septiembre de 2008 | Liga 2008/09
Che Guevara (forero) | aupaAthletic.com
El colegiado madrileño Antonio Rubinos Pérez volvió a demostrar que no tiene suerte en el desempeño de su cometido cuando el Athletic se cruza en su camino, lo cual no deja de ser un eufemismo para suavizar el mal concepto que me merece este árbitro. La verdad es que, después de todo, Rubinos tuvo suerte de que los rojiblancos pasasen por encima del cuadro pucelano, ya que, de ese modo, sus graves errores pasaron a un segundo plano y perdieron la trascendencia que podrían haber tenido en otras circunstancias.
El primer lunar importante del trencilla madrileño fue pasar por alto una mano intencionada de Marcos dentro del área visitante, que debió ser castigada con penalti. La acción se produjo, además, ante las mismísimas narices del juez de línea situado en la zona de la tribuna principal, que sorprendentemente no vio o no quiso ver nada punible en esa jugada.
Más determinación mostró ese mismo asistente, ya en el tiempo extra de la primera mitad, a la hora de invalidar por supuesto fuera de juego un ataque del Athletic que Ion Vélez culminó llevando el balón a la red. En mi opinión, el gol debió subir al marcador, toda vez que los jugadores rojiblancos que se encontraban más adelantados que los defensores pucelanos no intervinieron en la jugada. No obstante, y en honor a la verdad, hay que reconocer que la acción no era fácil de interpretar por la rapidez de la misma y por la llamativa presencia de dos o tres futbolistas bilbaínos en fuera de juego posicional.
En el segundo tiempo, Rubinos Pérez tampoco quiso saber nada de una falta sobre Javi Martínez dentro del área vallisoletana. El centrocampista navarro fue empujado claramente por un defensa rival, que se desentendió del balón sin ningún miramiento ante la indolente actitud del trío arbitral.
Una vez más, el Athletic salía perjudicado por las decisiones de Rubinos que, sin embargo, acabó señalando poco después una pena máxima por mano de Baraja, en el que, sin duda, fue el menos claro de los tres penaltis que le reclamó la parroquia local. No en vano, da la sensación de que el defensor tenía el brazo pegado al cuerpo en el momento del impacto, si bien es cierto también que hizo un pequeño gesto que pudo inducir al colegiado a apreciar voluntariedad en la acción. En cuanto a la decisión de ordenar la repetición del lanzamiento de Iraola, la verdad es que no he logrado ver ninguna toma de televisión que me aclare lo que en el campo no llegué a discernir, fundamentalmente porque en ese momento mi atención estaba focalizada en los dos principales protagonistas del lance, Iraola y Asenjo.
En lo que sí atinaron los colegiados fue en la anulación del tanto de Jonathan Sesma, quien pudo adelantar a su equipo en la primera parte de no haber arrancado en posición ilegal. Ya en el segundo tiempo, acertaron también al dejar sin validez una acción de gol de Ion Vélez, que se hallaba en ostensible fuera de juego junto con otros dos compañeros. Por lo demás, Rubinos estuvo bastante comedido a la hora de aplicar sanciones disciplinarias, y de ello se benefició el Athletic en un par de lances que bien pudieron saldarse con sendas tarjetas amarillas.
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