¿Cuál fue el momento más emocionante?

La temporada pasada fue mágica. Los penaltis de la Cartuja, la gabarra, el partido en el que golearon Muniain y Raúl García, el partido de vuelta contra el Atlético de Madrid en la semifinal e incluso el partido contra el Barça también en Copa. A estos podríamos añadir de Liga, la lucha encarnizada por ganar el Zamora tanto en Vigo o el milagro de Getafe.

Sin embargo, hay un momento que para mí, me pareció especial. Durante el primer tercio de liga, Iñaki Williams estuvo a un nivel espectacular, en ese momento, me parecía que se había convertido, por méritos propios, en el líder sobre el campo del equipo y de repente llegó la Copa de África que nos partía por la mitad, Berenguer lució en esos instantes, pero, para mí, no impone el mismo respeto el mayor de los hermanos, que el navarro.

El caso es que, muchos, estábamos sorprendidos de que la participación de Iñaki fuera anecdótica en su selección y queríamos, por nuestros propios intereses, que su recorrido allí fuera corto. Un partido que empataron cuando iban ganando 2-0 en el 90, dio opciones a que en la última jornada un partido de la Copa de África nos afectaba directamente. Si cualquiera de los dos equipos ganaba, Iñaki podía volver, aunque no se sabía si podría llegar a jugar contra el Barcelona. Ese partido, del 23 de enero entre Gambia y Camerún fue un carrusel en el que, tras una primera parte sin goles, cada pocos minutos Iñaki podía hacer la maleta o no. El partido contra los cules era al día siguiente. Finalmente Camerún ganó metiendo dos goles en los últimos minutos.

Ghana estaba eliminada. "Sólo" faltaba que Iñaki volviese a Bilbao desde Costa de Marfil. Empezó la locura, mirando combinaciones, el corazón nos decía que sí, la cabeza nos decía que no... que por muy bien que lo hiciese, no podía llegar entero al partido... pero nos levantamos el día del partido e Iñaki estaba allí. Llegó la alineación y su puesto lo ocupaba Adu Ares. El partido empezó muy bien, pronto se torció y el equipo de Xavi se puso por delante. Empezó a calentar al principio de la segunda parte y la grada se contagió, gol de Sancet. Con Iñaki era posible, intercambio de goles y una prorroga en la que tras recoger el rechace del palo a su disparo marcó. El cuarto, de Nico, fue la guinda a un gran pastel.

Nervios, tuve muchos en muchos partidos, pero ese día, estaba emocionado porque parecía que esta vez sí, se alineaban todos los astros, para conseguir el objetivo.

Resumiendo, el momento en el que empecé a ver calentar a Iñaki en el partido, me erizó la piel porque le veía como el salvador, como el jugador que iba a desequilibrar la eliminatoria... y así fue.

¿Cuál fue el vuestro?