Los hermanos Williams acaban con una maldición de 25 años
Iñaki y Nico regalan al Athletic una victoria terapéutica tras el batacazo de la Copa en el campo del Espanyol, donde el equipo no vencía en la Liga desde 1998

sábado, 08 de abril de 2023 | Athletic Club
Robert Basic | aupaAthletic.com
Ha habido que esperar más de 25 años para ver al Athletic ganar en el campo del Espanyol. Después de 14 derrotas y nueve empates, balance del equipo desde aquel 0-1 en enero de 1998, los rojiblancos han acabado con la maldición gracias a los hermanos Iñaki y Nico Williams. Han marcado dos bonitos goles para sumar los tres puntos tras la ruina de la Copa y han contribuido a la persecución de Europa. La victoria ha podido ser más holgada por las ocasiones falladas de los bilbaínos, la del propio Iñaki Williams, Sancet, Guruzeta...- y encima han acabado sufriendo tras un grave fallo de Unai Simón y el tanto de Darder. Un escenario inesperado después controlar el choque, tenerlo en sus manos y casi soltarlo, pero los bilbaínos han hecho los deberes y de nuevo cerrarán la jornada séptimos, inmersos en la carrera continental. Un respiro tras el disgusto del martes.
El fútbol tardó en asomar en Cornellà, donde el tiempo pasaba entre bostezos, amagos y aburrimiento. Lo más relevante en los primeros 20 minutos fue una amarilla vista por De Marcos, que le impedirá jugar el derbi contra la Real Sociedad. Todo lo demás, balones perdidos, pases fallados, ausencia de peligro. Pero a partir de la cartulina del alavés comenzaron a suceder cosas en el feudo espanyolista, donde el público local ardía en ganas de ver a Luis García en el banquillo, su nuevo entrenador. Parecía que había llegado un 'Mesías', aunque los 'periquitos' seguían sin pulso, planos, empeñados en suicidarse en la salida del balón y carentes de ideas. El Athletic presionaba alto e intentaba robar cerca del área rival, pero encontró el gol con un pase largo, control y remate. Dani García envió el esférico a Iñaki Williams, quien orientó bien el cuero, corrió y batió de un buen disparo a Pacheco. El delantero bilbaíno volvió a anotar así en la Liga después de más de cinco meses, concretamente desde que marcó al Villarreal en San Mamés. La lata estaba abierta y olía bien, a oportunidad.
Los rojiblancos notaron las dudas y el miedo del Espanyol y fueron a por más. Sin hacer mucho, el equipo tuvo el segundo en un remate de cabeza de Oihan Sancet. Iñaki Williams le puso un centro con lazo, perfecto, y el navarro, libre de marca, remató flojo a las manos de Pacheco. Los bilbaínos achuchaban y buscaban ampliar la renta, dar la puntilla a un conjunto hundido en la clasificación. Guruzeta disfrutó de una buena ocasión, aunque su lanzamiento lo despejó sin problemas el meta pacense. Y entonces llegó la jugada del partido. En el último minuto de la primera parte, Bratihwaite marcó un golazó y subió el empate al marcador. Pero el VAR reclamó a Munuera Montero. Fue a la pantalla y lo anuló. ¿Por qué? Por una mano previa de Joselu. El delantero buscó el remate, le agarró del brazo Vivian y el balón le dio en ese brazo sujetado por el central. El árbitro decidió anular el tanto del danés. Absurdo, al igual que aquel gol quitado a Iñaki Williams por mano de Muniain.
Reaparece Ander Herrera
El Espanyol achuchó tras el paso por los vestuarios, pero sin crear peligro real. Uno veía a los 'pericos' y no sabía muy bien a qué querían jugar. Todo era confuso, indefinido, sin sentido. Daba la sensación de que todo se basaba en la improvisación, en una inspiración divina que no terminaba de llegar. El Athletic pinchó las burbujitas del Espanyol y decidió que tocaba cerrar el choque. Pacheco sacó con el pie un buen remate de Guruzeta, quien minutos después no llegó a empujar a la red el pase de la muerte de Nico Williams. Un Nico Williams que entró por Berenguer y liquidó el choque con un gol de bella factura. Los 'pericos' se inmolaron con otra pérdida y el pequeño de los hermanos no falló. Esta vez no. Mandó la pelota lejos del alcance de Pacheco y lo celebró, de nuevo activo en las redes socialas tras borrarse por los insultos sufridos a raíz de sus errores frente a Osasuna. Antes de su acierto, Iñaki Williams había perdonado solo en el área rival. Lo tenía todo a favor y mandó la pelota a las nubes. No se lo podía creer.
Valverde ya había movido el banquillo y dio entrada a Nico Williams, Muniain, Yeray y Ander Herrera, quien reapareció así más de dos meses después de su último partido contra el Celta. El Athletic controlaba el partido, cómodo en el césped, en el que los locales seguían deambulando. Melamed perdonó ante Simón con un remate que se marchó fuera, y luego el capitán rojiblanco rozó el 0-3. Y cuanto todo parecía en calma, en el minuto 90, Unai Simón cometió un grave error en el remate de Cabrera. Se le escapó la pelota y apareció Darder para empujarla a la red. La sombra de la maldición sobrevoló por un momento Cornellà, pero no pudo tapar el sol. Los tres puntos se marcharon a Bilbao.
