Europa está más cerca
El Athletic, liderado por Williams, supera al Atlético y ya tiene a un punto al Villarreal

sábado, 30 de abril de 2022 | Athletic Club
Juanma Mallo (BILBAO) | aupaAthletic.com
Europa está a un punto. El sábado sonrió al Athletic. Primero, el Alavés superó al Villarreal. Y luego la escuadra bilbaína cumplió con su misión ante un Atlético gris, que se marchó de San Mamés maniatado, asfixiado, por el buen despliegue local. Los rojiblancos se colocan a tiro de piedra del cuadro castellonense, enfrascado en las semifinales de la Champions League, a falta de cuatro jornadas para el final de la Liga. ¿Por qué no soñar con la séptima plaza? ¿Por qué no soñar con volver a Europa después de cuatro temporadas? Si los bilbaínos siguen de la misma forma que plantearon el partido contra el Atlético, se puede. Si firman un duelo similar al del Celta... Mejor no pensarlo.
El Athletic comenzó el encuentro a todo gas, a tope, con una presión intensa, y con ganas de comerse al Atlético en su propio campo. Vamos, lo contrario de lo que sucedió en el encuentro contra el Celta de hace quince días. Para empezar, Raúl García forzó una amarilla de Mario Hermoso, que protestó sin éxito ante un Mateu que sancionó cada contacto, con muchas interrupciones. El navarro protagonizó un disparo alto poco antes de que el conjunto vizcaíno se adelantara. ¿Cómo ocurrió? Con un pase en profundidad de Yuri por la izquierda hacia un Iñaki WIlliams que superó a un GIménez que se creyó invencible; vaya noche, por cierto, del central. El uruguayo se confió, el bilbaíno fue más listo, más pillo, centró en el área en busca de su hermano, pero se encontró con Hermoso que superó a Oblak.
El Athletic por delante, ante un Atlético con escasa pericia para sacar la pelota, y un conjunto vizcaíno que lo intentaba. Por ejemplo, con un centro de Iñaki Williams que se envenenó y pegó en el palo de la portería de Oblak. Seguía la escuadra de Marcelino, que introdujo los cambios de Yeray por Vivian y Yuri por Balenziaga de inicio, en plan dominador, pero se quedaba a medias. Sin gol. Reinildo se encontró con una amarilla muy protestada, tanto que Mateu le dijo que a la siguiente se iba a la calle.
Simeone se dio cuenta de que debía variar algo, y cambió el sistema de cinco defensas. Disparó Kondogbia y se marchó fuera por poco. Y el gran suspiro de alivio de la hinchada local se produjo en el descuento con una gran jugada de Carrasco, casi desaparecido hasta entonces, que tocó lo justo Iñigo, muy bien, para desviar a córner. Menos mal, porque era el empate justo antes del descanso.
No ocurrió para sonrisa del técnico de Careñes y su tropa. Simeone metió de inicio en la segunda parte a Correa por Reinildo. A por la igualada, y si podía ser a por la victoria. Comenzó mejor el Atlético. El Athletic sufría. Como prueba de ello, un disparo de Griezmann al larguero en el minuto 51 en el saque de una falta al borde del área. Pero el Athletic se encontró con la mejor reacción. El colegiado señaló un penalti sobre Muniain al borde del área -el fallo de Lodi antes es para recordar- y Williams, el mejor del encuentro, lo anotó. 2-0. Alivio. Aunque quedaba algo más de media hora. Por cierto, justo después de la diana el duelo se paró unos instantes por un apagón. Un par de minutos, y de nuevo la acción. Triple cambio en los colchoneros. Muniain estuvo a punto de anotar el tercero, despejó Oblak y el rechace le llegó a Williams, a Nico; el esloveno tocó lo justo para evitar el tercero. Simeone, a falta de 20 minutos, realizó un cambio sorprendente: metió a Vrsalko por Suárez. ¿Quería remontar? Por cierto, en el Athletic no se había producido ninguna sustitución. Empezaron en el 73, por problemas físicos de Nico (entró Zarraga) y luego quitó a Dani. Más tarde, Berenguer entró por un cansado Iñaki Williams. El ritmo se había perdido, ya no era frenético. Demasiadas interrupciones. Y así se llegó a un final que deja al Athletic más cerca de Europa. A un punto. ¡Se puede!
