Declarado el estado de felicidad
El Athletic desmonta al Alavés con goles de Iñaki Williams y Sancet en un derbi de claro color rojiblanco
viernes, 22 de septiembre de 2023 | Athletic Club
Robert Basic | aupaAthletic.com
El Athletic se está dando un paseo por las nubes, donde todo es azúcar y algodón después de las primeras seis jornadas de Liga. Los rojiblancos han tallado una nueva muesca en su culata de pistoleros con un par de goles de Iñaki Williams y Oihan Sancet, más que suficientes para hacer que el Alavés salte por los aires y se rompa en mil pedazos. Pudieron ser más porque hubo ocasiones para ello, aunque bastó con los aciertos del bilbaíno y el navarro para que los hombres de Ernesto Valverde se llevaran un derbi de claro color rojiblanco. Diez puntos de los últimos 12 posibles están en el zurrón del equipo, acomodado en la zona Champions, ahora mismo empatado a puntos con el Barcelona y a solo dos del líder Real Madrid, ambos con un encuentro menos. Tras el choque en Mendizorroza, queda declarado el estado de felicidad en la comunidad de los leones.
Valverde repitió la misma alineación que acabó goleando al Cádiz, sin dejarse influir por la proximidad del partido del miércoles frente al Getafe. Dio continuidad al bloque que derribó el muro cadista y el fútbol de su equipo le dio la razón. El Athletic estuvo impecable en una primera parte en la que incluso pudo sentenciar el derbi y si no lo hizo fue por detalles en los metros de la verdad, donde a veces estuvo lento y otras impreciso, sin olvidar el larguero de Vivian poco antes de marcharse a los vestuarios. El Alavés apenas incomodó a los rojiblancos, solventes con el balón y agrupados en torno a su faro Ruiz de Galarreta, el hombre que piensa y ejecuta su juego. Lástima de su lesión en la segunda parte. Berenguer avisó nada más empezar el encuentro con un remate que se fue alto -el navarro recibió entradas duras que el árbitro pasó por alto y eso le sacó de sus casillas hasta ver una amarilla por tirar el balón a destiempo- y luego hubo un posible penalti por mano de Abqar que Muñiz Ruiz no vio punible.
Daba gusto ver cómo el Athletic construía a partir de Ruiz de Galarreta. Todos los balones pasaban por el catalizador eibarrés, en constante movimiento, prestando apoyos a domicilio y distribuyendo balones con criterio y rapidez. Tuvo un fallo grave cuando le robaron la cartera en el centro del campo, pero el Alavés no supo traducir en nada el contragolpe. No acusó en absoluto el error y continuó jugando a un gran nivel, hasta que un problema muscular le hizo pedir el cambio. Poco después de que De Marcos bloqueara un peligroso remate de Kike García, que tuvo sus más y sus menos con Vivian, los rojiblancos trenzaron una bonita acción colectiva que culminó de forma impecable Iñaki Wiliams. La inició el de Laguardia, la pelota pasó por las botas de Galarreta y Sancet y llegó a Vesga, quien filtró un pase maravilloso para el internacional ghanés. Control orientado y remate perfecto para batir a Sivera, poner a los bilbaínos por delante y anotar su tercer gol en esta Liga.
Sentencia de Sancet
El Alavés seguía sin dar señales de vida, pulso débil, que se acercó por medio de Kike García, Hagi y Sola sin inquietar en exceso a Simón. Y en los últimos compases de la primera parte, el Athletic dispuso de dos ocasiones claras para rematar a los vitorianos. Una maravillosa asistencia de Williams dejó a Sancet en una posición inmejorable, pero el navarro anduvo lento y dejó la defensa bloquera su remate. Precisamente a la salida de ese córner llegó el cabezazo picado de Vivian, que escupió el larguero. Perdonó de nuevo el Athletic, que se marchó a los vestuarios contento por el juego y el resultado, aunque corto por los méritos acreditados en un Mendizorroza más silencioso de lo habitual.
El guion del derbi no varió en la segunda parte, que estuvo a punto de romperse con un par de buenas ocasiones del Alavés resueltas de fábula por Unai Simón. Guruzeta remató alto nada más arrancar la segunda mitad, Vesga tuvo el segundo a pase de Williams pero remató flojo y luego llegaron las dos paradas del guardameta internacional. Primero sacó un trallazo de Sola con una mano y luego cerró las piernas para negar el gol a Kike García. Fue casi el único peligro que llevó de verdad el Alavés al área visitante -tuvo una en el descuento Samu, quien remató de pena, y otra Kike García, frenado por el meta alavés con el derbi yab resuelto- y vio cómo el de Murgia lo resolvía con maestría.
Entonces perdonó el delantero de Ghana, quien tenía toda la portería a favor y mandó el balón fuera, Aún así, cuajó un gran partido cerrado con un golazo de Sancet. El navarro recibió el pase precisamente de Williams y desde el balcón del área lo mandó al poste derecho y luego para dentro. Fue la sentencia y la confirmación de los tres puntos que mantienen en las alturas a los hombres de Valverde.
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