El encuentro, que estaba organizado por la Peña Athletic Club de Zalla, congregó en el campo de Landaberri a varios cientos de espectadores, que tuvieron ocasión de disfrutar de un partido de fútbol entretenido y más equilibrado de lo previsto. No en vano, el entusiasmo del combinado encartado y las acertadas intervenciones de su guardameta Xabier lograron frenar las acometidas del conjunto rojiblanco durante la primera mitad.

Los ex leones llevaban la iniciativa y hacían honor a la vieja máxima de que "quien tuvo retuvo", pero ni su juego perfectamente trenzado ni los detalles de calidad que exhibieron resultaron argumentos suficientes para superar el ordenado trabajo de contención del once encartado, que dispuso también de alguna ocasión para adelantarse en el marcador.

Tras la reanudación, el partido parecía discurrir por los mismos derroteros hasta que Aitor Larrazabal acertó a perforar la meta encartada con un certero remate de cabeza a la salida de un corner. El tanto supuso una inyección de ánimo para un equipo rojiblanco no demasiado acostumbrado a encontrar tanta resistencia en sus oponentes. Con el marcador por fin a favor, el Athletic mantuvo la posesión y buscó con ahínco aumentar su cuenta realizadora, circunstancia que aprovechó la selección de Enkarterri para tratar de sorprender a la contra. Y a fe que pudo conseguirlo si Manu no llega a desaprovechar una excelente asistencia de Jose. Sin embargo, el tanteador ya no se movería más.

El equipo de EX JUGADORES DEL ATHLETIC, dirigido por Daniel Ruiz Bazán 'Dani', alineó a Imanol Etxeberria, Lizarralde, Ipiña, Estibariz, Joseba Agirre, Luis Fernando, Aiukar, Vidal, Argote, Luke, Iñaki Garay, Larrazabal, Carlos, Gontzal Suances y Meléndez.

Por la SELECCIÓN DE VETERANOS DE ENKARTERRI jugaron Xabier, Manu Maestre, Jesús, Santi Uriarte, Quintana, Alberto, Txurtas, Castresana, Putxo, Bobi, Valdivia, Muro, Iñaki, Candelas, Castaños, Brizuela, Koldo Taramona, Jose Maestre y Manu Martos, con Justo Martínez como entrenador.

La expedición zurigorri partió de la sede social de la Peña Zalla poco después de las 9 de la mañana bajo una pertinaz lluvia que, sin embargo, no amedrentó a los aficionados más entusiastas. Es el caso de Felisina Ariño, que a sus 70 años no dudó en cubrir los 18 kilómetros de recorrido en zapatos y con una sonrisa en la boca, o de Raúl González Urruela, que una vez más hizo la hombrada de completar la ascensión con una cruz de penitente a cuestas, tras una ajetreada gaupasa.

Después de alcanzar la cima del Ubieta e inmortalizar el momento, los peregrinos iniciaron el descenso hasta la ermita de la Magdalena, donde un jovencísimo miembro de la Peña Zalla depositó un ramo de flores ante el altar de la santa. Tras la pertinente oración, llegó uno de los instantes más esperados de la mañana: la hora de degustar el suculento hamaiketako que prepararon los chefs Pablito y Alfredo, convenientemente regado con un buen rioja alavesa. Era el colofón a un acto que contó con una amplia cobertura mediática (ETB, TVE, Antena 3, Deia, Televisión Balear...) y que obtuvo la recompensa anhelada apenas 24 horas después sobre el verde césped de “la Catedral”.

La Agrupación de Peñas del Athletic Club quiere salir al paso de la mezquina campaña emprendida por determinadas personas relacionadas con el mundo del fútbol, en la que, una vez más, se acusa al Athletic de recibir favores arbitrales por el mero hecho de ser el club en el que militó el actual presidente de la R.F.E.F., Ángel María Villar.

Consideramos que esta nueva campaña de guerra sucia, avivada al calor de las cobardes e injustas declaraciones de Quique Sánchez Flores (¿repasamos las estadísticas de Mejuto?), tiene como único objetivo crear un clima de sospecha en torno al Athletic y condicionar la labor de los colegiados en la decisiva recta final del campeonato. Se trata, en definitiva, de intentar predisponer a los trencillas para que, ante la duda, se lo piensen dos veces antes de tomar una decisión que pueda ser interpretada como una ayuda arbitral al club rojiblanco.

En este sentido, resulta particularmente patética la memoria selectiva y la actitud ventajista de la que han hecho gala el consejero del Betis, Gregorio Conejo, y los técnicos del Levante, Abel Resinos y Juan Sabas. El directivo verdiblanco no tuvo escrúpulo alguno en denunciar los presuntos favores arbitrales al Athletic, a pesar de reconocer que no vio el partido del pasado sábado. Con una desfachatez insultante, el señor Conejo obvió que su Betis se vio claramente beneficiado en su última visita a San Mamés por los errores de Daudén Ibáñez, que escamoteó tres penaltis claros al conjunto bilbaíno. Y se olvidó también de la rastrera y provechosa campaña del señor Lopera para condicionar el arbitraje de la semifinal de Copa que enfrentó a ambos equipos hace tres temporadas.

Del mismo modo, resulta esperpéntica la fragilidad de memoria de los responsables técnicos del Levante, cuya interesada amnesia les impide recordar los dos penaltis (sobre Javi Martínez y Amorebieta) que se tragó Medina Cantalejo en el choque que disputaron granotas y rojiblancos en el Ciudad de Valencia. Tanto es así que el defensa local Manolo, en un gesto de sinceridad, no tuvo reparo alguno en manifestar que cometió un «un penalti clarísimo». No nos inventamos nada, está en las hemerotecas. A propósito, aquel día Abel Resinos no se quejó del colegiado, como tampoco lo hizo la jornada que su equipo ganó en el Bernabeu. ¿Se acuerdan de aquel arbitraje?

Somos conscientes de que una mentira mil veces repetida puede acabar pareciendo una verdad. Pero, en este caso, creemos que la realidad es harto elocuente. En los casi 20 años que Ángel María Villar lleva al frente de la R.F.E.F, el Athletic Club no ha ganado un solo título ni ha accedido a final alguna. Estamos convencidos de que nuestro club no sólo no tiene un trato de favor por parte del estamento arbitral sino que está sucediendo justamente al revés, muy posiblemente por la influencia de esta falaz campaña.

Entre tanto, nuestro jugador Carlos Gurpegi afronta la sanción más dura que se haya impuesto jamás a un futbolista en Europa, tras un proceso plagado de irregularidades más propias de una república bananera; el Athletic es despojado del liderato de la Superliga femenina por una incomprensible decisión del CEDD contraria al reglamento y a la propia jurisprudencia existente al respecto; los recursos planteados por nuestra Junta directiva ante los diferentes comités de apelación son sistemáticamente desestimados… ¿Dónde está ese supuesto trato de favor al Athletic?

Por último, queremos manifestar nuestro malestar con la manera de proceder de determinados medios de comunicación, que parecen empeñados en echar más leña al fuego sobre este asunto, manipulando ciertas informaciones y dando pábulo a las injustificadas acusaciones de quienes quieren colocar al Athletic al pie de los caballos. En este sentido, emplazamos a dichos medios a que actúen con criterios más objetivos y con mayor responsabilidad, al tiempo que nos ponemos a su disposición para zanjar esta polémica gratuita con argumentos (y no con sofismas) sobre la mesa.

CLASIFICACIÓN SEGUNDA DIVISIÓN (Grupo B )

Con Ángel Nogales no sólo perdemos un buen amigo y una excelente persona, sino también uno de los entrenadores que mejor conocía el fútbol base de Bizkaia. No en vano, a lo largo de 25 años llevó a cabo una intensa y fructífera labor en Lezama, donde trabajó como entrenador, ojeador, responsable del fútbol escolar y coordinador de los minilezamas del Athletic. Durante una breve etapa alejado de la disciplina rojiblanca, fundó la primera escuela de porteros de Bizkaia, "Bat Zenbakia Atezainen Eskola", y posteriormente regresó de nuevo a Lezama para desempeñar diferentes funciones técnicas.

Como futbolista, Ángel Nogales llegó a jugar en el juvenil rojiblanco que dirigía el entrenador encartado José Luis Garay, con el que se proclamó campeón de la Copa del Rey. De allí dio el salto al Bilbao Athletic, en el que militó cuatro temporadas antes de recalar en el Sestao. Durante ese tiempo, Nogales alcanzó la internacionalidad tanto en juveniles como en aficionados, llegando a compartir vestuario con jugadores como Rojo, Irureta, Lavín y Estéfano, entre otros.

"Una enciclopedia de la cantera rojiblanca", "toda una vida siguiéndo y estudiando el fútbol base vizcaíno", son algunos de los titulares periodísticos que se han acuñado para definir la trayectoria profesional de este auténtico maestro del fútbol. Y es que, por encima de todo, Ángel Nogales pasará a la historia del Athletic por haber sabido conjugar como nadie los aspectos técnicos y el factor humano a la hora de enseñar sus conocimientos a las diferentes generaciones de cachorros que pasaron por sus manos.